El sistema de gestión de Compliance tiene por objeto garantizar y acreditar que las empresas y demás organizaciones desarrollen sus actividades de forma responsable, ética y legal.
Mejora la imagen de la compañía
Nos encontramos ante un nuevo entorno empresarial que ha sufrido grandes varapalos como consecuencia del comportamiento irresponsable y deshonesto de algunos operadores del mercado, e incluso de las administraciones públicas. No obstante, la profunda crisis económica atravesada y los escándalos que han saltado a la luz, han provocado el resurgimiento de una nueva concienciación colectiva que valora y premia a las corporaciones que ejercen su actividad bajo principios de buen gobierno, transparencia y ética.
Contribuye a maximizar el aprovechamiento y la eficacia de los recursos y procesos de la empresa.
Un buen sistema de gestión de Compliance, ayuda a la empresa, o entidad de cualquier clase, a gestionarse correctamente, exprimiendo al máximo sus recursos, y dotándola de procesos que le ayuden a la consecución de sus objetivos económicos. Pero eso sí, el sistema de gestión debe ser adecuado a las circunstancias particulares de cada organización, puesto que de lo contrario, supondría más un impedimento operacional que un beneficio para la empresa.
Evita los daños reputacionales que podrían causarse a la empresa o entidad.
Al prevenir la ocurrencia de delitos dentro de la compañía, se evita el impacto reputacional que podría ocasionarle a ésta el hecho de que se tenga noticia de la comisión de un delito en el seno de la misma. Ya que ello normalmente lleva consigo el desprestigio de la marca asociada a la compañía y la consecuente pérdida de clientes o disminución de ventas.
Incentiva la contratación internacional y con administraciones públicas.
El modelo gestión de Compliance es una figura que ha “aterrizado” recientemente en España, pero que, sin embargo, en los países anglosajones, y principalmente en Estados Unidos, se lleva utilizando desde hace mucho tiempo por las empresas. Es más, las corporaciones europeas y norte-americanas, tienen a día de hoy profundamente instaurada una cultura de Corporate Compliance (de ahí su denominación en inglés), que implica, en muchos casos, que exijan a sus proveedores y socios de negocio, que éstos tengan implantado un programa de Compliance en el seno de sus respectivas organizaciones, como requisito para poder contratar con ellos.
Áreas Corporate Compliance
El funcionamiento de un programa de Compliance requiere de la realización de distintas fases. No sólo basta con su diseño e implantación en la compañía, sino que éste se ha de someter a continuos procedimientos de vigilancia, evaluación y mejora, que han de ser debidamente registrados para que el sistema tenga la validez legal deseada.
Análisis
Análisis de la organización y determinación de los riesgos y de los delitos en los que puede incurrir la empresa.
Órgano de Cumplimiento
Asesoramiento y soporte continuo al Órgano de Cumplimiento que ha de nombrarse en la empresa.
Implantación
Implantación de medidas de vigilancia y control dentro de los propios procesos de la organización.
Canal de reporte o de denuncias
Mediante el establecimiento de un sistema de recepción y registro de comunicaciones con todas las garantías de confidencialidad.
Formación in company
Apoyo en la formación in company a los empleados y demás miembros de la organización.
Seguimiento, evaluación y mejora
Implementación de acciones de seguimiento, evaluación y mejora continua del sistema de gestión de Compliance.
Nos adaptamos a las necesidades de cada cliente, puesto que las medidas de Compliance a instaurar en cualquier organización, deben ser proporcionales a su estructura y dimensiones, así como a los riesgos a los que ésta se encuentra expuesta.